Soñar es un procedimiento cognitivo que se origina en la primera infancia, pocas personas saben que los bebés tienen la capacidad de soñar incluso desde que están en el vientre materno, debido a que ya tienen actividad cerebral a partir del séptimo mes de embarazo, muchos estudios a nivel mundial han demostrado que los fetos sueñan de manera independiente a la madre. El feto y los recién nacidos suelen tener una fase de sueño REM que se caracteriza por movimientos rápidos de ojos al dormir.
De forma similar, los bebés pasan la mayoría del tiempo los primeros meses de vida durmiendo, por lo cual tienden a tener bastantes sueños, pero no es sino hasta los 18 meses que ellos logran describir que observan cuando sueñan confundiendo en muchos casos los sueños con la realidad.
Los bebés en los primeros meses de nacidos suelen dormir mediante dos etapas del sueño y esto solo a partir de los 4 meses, en donde tiene un sueño REM al mover rápido los ojos y el sueño no REM en el que mayormente los bebés si consiguen descansar y obtener nuevamente energías para estar despiertos.
A medida que van creciendo, los bebés pueden ir experimentando más fases al dormir, similar a como los adultos duermen. Es así como los pequeños sienten primero adormecimiento, un sueño liviano, transición, sueño profundo y por último el sueño paradójico. Los primeros sueños de los infantes están basados en recuerdos básicamente.
A partir de los 2 años los niños ya tienen un mejor desarrollo madurativo cognitivo y de lenguaje en el que ellos mismos expresan y relatan lo soñado. Es fundamental que los niños puedan dormir bien durante toda la noche, ya que el sueño es vital para la supervivencia, además de que ayuda al pleno desarrollo psicomotor.
¿Qué sueñan los bebés?
A ciencia cierta es imposible saber con qué sueña un ser humano, más aún los bebés que no tienen la capacidad para poder explicar de forma coherente y coordinada, es por ello, que saber con qué sueñan los bebés es una tarea difícil, este hecho se puede descifrar es a raíz de lo que los mismos pueden contar a los demás que experimentan mientras duermen. Observar el lenguaje corporal y los gestos del bebe durante su siesta es una buena forma de analizar si está soñando y si el sueño es placentero o, por el contrario, le disgusta.
¿Pueden tener pesadillas los bebés?
Diversos expertos aseguran que los niños pueden soñar y tener pesadillas solo hasta los 3 años, sin embargo, otros afirman que desde antes es posible, además han explicado métodos para identificar cuando un bebe puede estar teniendo pesadillas mientras duerme. El llanto estando dormido, los movimientos bruscos, gestos de disgusto, malos hábitos de sueño, estar rodeado de ambientes ruidosos puede también perturbar la siesta.
Por otro lado, es importante que los padres presten atención si sus hijos comienzan a tener pesadillas frecuentemente o si no pueden descansar adecuadamente, dicho evento puede producir futuros trastornos de sueño, sonambulismo, apnea del sueño, terrores nocturnos, deterioro el estado de ánimo, irritabilidad, estrés, falta de concentración e incluso propiciar enfermedades físicas como la obesidad.
Importancia de los sueños en los bebés
Finalmente, soñar se considera un aspecto fundamental para el crecimiento de los niños, ya que se relaciona con el buen descanso al momento de dormir, además de que sirve para mejorar las capacidades imaginativas, la comunicación, el aprendizaje e incluso la forma en la que se relacionarán con las demás personas.
Similarmente, los buenos hábitos de sueño y dormir largos periodos de tiempo cuando se está en plena etapa de crecimiento facilita la retención de información diaria para que los niños puedan recordar y memorizar las actividades del día, incluyendo, incluyendo, el aprendizaje de actividades, habilidades motoras, asociación de las palabras. La regulación de las hormonas del crecimiento, procesos de reparación en el cerebro como el almacenamiento y la eliminación de información hasta el desarrollo físico.
¿Qué pasa si los bebés no descansan bien?
No lograr descansar adecuadamente tiene efectos nocivos para el organismo del ser humano, la salud física, mental y para las capacidades y funciones cognitivas, impidiéndonos realizar actividades básicas que pueden disminuir considerablemente la calidad de vida.
Cabe destacar que los bebés deberían dormir entre 14 a 15 horas diarias, no dormir bien puede generar que el cuerpo no segrega las proteínas que el cerebro necesita para su óptimo funcionamiento neuronal, afectando también la conducta social y las emociones. Es por tal motivo que soñar y dormir bien es imprescindible para un desarrollo funcional en los bebés.